GINCANA TECNOLOGICA

Grandes exploradores, los pasados días 16 y 23 de junio, acudieron a la llamada de ayuda de los arqueólogos de Redint tras descubrir que, hace millones de años, durante la Edad de Piedra, en el período Neolítico, la TRIBU REODÍNTICA se asentó en el Parque de los Lagos de Alhóndiga y en Perales del Río.

 

Teníamos un problema, y es que había arqueólogos dispuestos a ponernos trabas para que no descubriéramos el GRAN TESORO arqueológico que escondían dichos lugares. Es por eso que necesitábamos la ayuda de experimentados exploradores que acudieron al yacimiento para poner a prueba sus conocimientos y lograr llegar al final de esta aventura descubriendo el tesoro oculto de la tribu.

 

Para conseguirlo tuvieron que ponerse a prueba adentrándose en el mundo de la tecnología teniendo que superar diferentes fases de la aventura. 

EXPLORA TU ENTORNO

 

Todo buen explorador debe saber identificar el entorno en el que se mueve. Utilizando la herramienta Google Lens presente en los móviles, pudieron averiguar qué fauna y flora les rodeaba y así conocer más el lugar en el que realizar excavaciones en busca del gran tesoro.

La vegetación era variada y, tras su identificación, debieron organizarla en la app Google Fotos para luego realizar una exhaustiva clasificación en álbumes.

 

La fauna recopilada no fue poca. Sorprendieron a todos, los minúsculos seres que habitaban la zona. Con ellos tuvieron que realizar fichas con sus fotos y el nombre que les identificaba.

 

 

Toda esta información recogida los llevó a la Estación de Búsqueda donde recibieron un código QR con un mensaje en idioma desconocido que debieron traducir para poder continuar la aventura.  

OJO AL RETO

 

Otra cualidad esencial de un explorador competente es su capacidad para hallar respuestas a las incógnitas que surgen ante la aparición de restos arqueológicos.

 

Por ello, nuestros participantes tuvieron que demostrar sus habilidades lógicas y su ingenio, a través de una suerte de retos cognitivos, estructurados en la acuñada como “pirámide del conocimiento”, que estaba compuesta de siete niveles.  Cada una de estas pruebas, que comprendían acertijos de lógica y enigmas visuales entre otros, representaba un peldaño que se debía escalar para poder alcanzar la cúspide de dicha pirámide y, así, lograr el merecido código para llegar a la siguiente estación.    

 

UN GIF MUY ANIMAL

  

Con esta actividad, nuestros intrépidos equipos tuvieron la oportunidad de exhibir la osadía y pericia necesarias para capturar imágenes y vídeos espectaculares en compañía de algunos de los animales más fascinantes y temibles de la prehistoria, como dinosaurios, tigres, etc. Ayudándose de la realidad aumentada, disponible en sus propios smartphones, pudieron “revivirlos” y hacer que se aparecieran en el medio físico. De este modo, y sin evidenciar ni una pizca de temor ante la contemplación de estas imponentes criaturas, consiguieron inolvidables imágenes en las que se mostraron interactuando con los ejemplares como si estos fueran de carne y hueso.

  

Por último, a fin de ilustrar que habían logrado el ansiado material gráfico junto a estos animales, debieron crear y compartir un gif a partir de uno de los vídeos obtenidos, para, así, culminar satisfactoriamente la prueba.  

PRUEBA FINAL

 

 

Una vez completadas las tres estaciones por todos los equipos, llegó el momento de conseguir descifrar la ubicación más deseada: el lugar donde se hallaba oculto el legendario tesoro reodíntico. Para ello, nuestros perspicaces exploradores tuvieron que unirse y poner en común todos los códigos conseguidos. Con ayuda de su ingenio y, en menor medida, de Google, lograron averiguar las coordenadas que se correspondían con la localización del ansiado trofeo. Así, se dirigieron hasta el enclave donde encontraron el gran tesoro: la corona y el cetro de los antiguos reodínticos.

 

 

En definitiva, fueron dos jornadas sumamente entretenidas y en las que destacamos el entusiasmo y la alegría que mostraron todos los participantes, a los que queremos agradecer su presencia.  

¡Gracias por hacer, de estas, unas experiencias fenomenales!! ¡Os esperamos en la próxima aventura!